Y en los clamores de la tempestad
escucho el tintineo de la paz
apenas un susurro
es sosiego, nada más
Pero, agitada por el viento
mi cabello bailando al son violento
me digo, sin arrepentimiento
"yo me quedo en la tormenta
de mi imaginación
que es, tan sólo, mi alimento".
-Irene en clase de esgrima-
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